La primavera ha llegado con sus árboles en flor, sus agradables temperaturas, su luz y, en la ciudad de Burgos, también con víboras. El avistamiento de varios de estos ofidios en varias zonas verdes de la ciudad ha llevado al área de Medio Ambiente del Ayuntamiento a alertar a los vecinos para que abran bien los ojos durante sus paseos por zonas como Fuentes Blancas, pues el peligro puede aguardarles en forma de serpiente venenosa tras un matorral o entre unas piedras.
Puede que haya vecinos que consideren que la advertencia municipal es un tanto exagerada pero lo cierto es que ya son varios los burgaleses que han alertado de sus encuentros con las víboras, serpientes que, conviene recordarlo, pueden causar la muerte con el veneno que inoculan en sus víctimas al morderlas.
Que haya víboras en los espacios verdes de la ciudad de Burgos no es algo nuevo, ya que todos los años hacen acto de presencia. Lo que sí es preocupante es el incremento del número de avistamientos y su aparición en épocas del año cada vez más tempranas. La explicación a ambas cuestiones es, según los expertos, el cambio climático y unas temperaturas primaverales cada vez más altas que hacen que los ofidios salgan antes de sus guaridas invernales y multipliquen su número al contar con unas condiciones más favorables para que eclosionen sus huevos y para que sus crías salgan adelante.
El plan municipal para combatir a las víboras no se reduce a la advertencia lanzada a la población, pues el Ayuntamiento pondrá en marcha también un plan de limpieza de las zonas verdes para retirar la maleza que tan buen refugio ofrece para las serpientes de los caminos y senderos por los que caminan los transeúntes en sus paseos.
«No podemos quitar toda la maleza, pero sí la más próxima a los recorridos que son más utilizados para evitar que los reptiles lleguen hasta ellos. No se trata de poner estos espacios como un jardín urbano, pero sí segar y hacer así estos animales se queden en las zonas con más vegetación», indicó el concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño, en unas declaraciones publicadas en el Diario de Burgos.
Especie protegida
Aunque pueda matar a un ser humano y pese a que a nadie en su sano juicio le gustaría toparse con una durante un tranquilo paseo por la ciudad, la víbora es una especie protegida y, por ello, cualquiera que mate una de estas serpientes se expone a recibir una sanción.
En caso de que un vecino aviste una víbora, lo indicado es que dé aviso al Ayuntamiento y que sean los servicios municipales quienes decidan el protocolo a seguir, que en la mayoría de los casos consiste en la recogida del animal y en su traslado a una zona alejada de las sendas peatonales.
El Gobierno local recuerda que el veneno de la víbora puede causar la muerte e insiste en que cualquier persona que sufra una mordedura de esta serpiente debe contactar de inmediato con los servicios médicos. A este respecto, el Gobierno local llama a tener especial cuidado en el caso de los niños y las mascotas.