Usuarios habituales de las piscinas municipales descubiertas de la localidad lucense de Sarria, ubicadas en el parque de O Chanto y abiertas durante los meses veraniegos, denuncian el incumplimiento de las normas que rigen en las mismas por parte de niños, jóvenes y turistas y las molestias y riesgos que ello ocasiona.
Niños que se arrojan a la piscina haciendo la bomba cerca del bordillo y sin fijarse demasiado en la presencia de otras personas, jóvenes que se tiran al agua de cabeza poniendo en peligro su integridad física o peregrinos con su caminata recién finalizada que no pasan por la ducha antes del baño forman parte del día a día en estas piscinas municipales que proporcionan a los vecinos de Sarria un espacio para el esparcimiento y, en teoría, la relajación en los cálidos días de verano.
«Estos se están tirando de cabeza justo donde estamos nosotras. Ya les han llamado la atención los socorristas varias veces, pero no hacen ni caso», le comenta una mujer a otra justo antes de acudir a donde estaba uno de los socorristas para reclamarle medidas más contundentes con unos jóvenes que incumplen de forma reiterada la norma que, por cuestiones de seguridad, prohíbe tirarse al agua de cabeza.
Sí está permitido en las piscinas de Sarria que los bañistas se lancen al agua de pie o haciendo la bomba, eso sí, siempre que no se caiga demasiado cerca del bordillo o de otras personas. Esas condiciones no parecen preocupar a algunos menores que acuden a bañarse a O Chanto prácticamente todos los días y que se dedican a tirarse en grupo al agua para inmediatamente salir y volver a lanzarse al agua. Y así una y otra vez, a voz en grito y sin que les importen en absoluto las molestias que puedan causar o los riesgos para ellos mismos y para los demás.
«Cuando aparecen, es imposible estar tranquilo. Yo intento venir temprano para poder estar en el agua sin tener que preocuparme de que uno me pueda caer encima», le explica un joven a dos amigas suyas que asienten con la cabeza.
Otra de las normas que eluden algunos de los que acuden a las piscinas de Sarria, por desconocimiento de la misma en algunos casos y por simple comodidad en otros, es la que obliga a pasar por la ducha antes de entrar al agua, aunque éste incumplimiento no genera molestias como sí lo hacen los anteriormente mencionados.
Los vecinos de Sarria que han protestado por estas vulneraciones recurrentes de las normas en las piscinas de O Chanto coinciden al apuntar como solución a un mayor control por parte de los socorristas y, sobre todo, a la imposición de medidas más contundentes, que podrían incluir la expulsión durante uno o varios días en los casos más graves o reiterados.