Los seguidores del equipo que la viste dicen que son más de la mitad de los aficionados al fútbol de toda Argentina, la ha defendido el gran Diego Armando Maradona y sus colores azul y amarillo son conocidos en todo el planeta. Hoy, en El Sereno Indiscreto, desentrañamos los misterios que se ocultan tras el diseño de la camiseta de Boca Juniors.
Los trabajadores fabriles de origen italiano que fundaron el Club Atlético Boca Juniors en el año 1905 no tenían en mente, ni mucho menos, los colores que llevaron finalmente los jugadores que pasaron por este equipo. De hecho, la idea original era que el club vistiera de rosa o de rayas blancas y negras, como la Juventus de Turín. Esos tonos no gustaron y, como alternativa, los fundadores decidieron escoger los colores de la bandera del primer barco que atracase en el puerto. Quiso el azar que ese barco fuese sueco y es por eso por lo que la camiseta de Boca es azul y amarilla o, como les gusta decir a los forofos del equipo bonaerense, azul y oro.
Como curiosidad, cabe mencionar también que la zamarra azul y oro inicial presentaba una sutil diferencia con la que acabó imponiéndose y es que, al principio, la franja amarilla era diagonal y no fue hasta el año 1913 cuando esa línea se pasó al formato horizontal.
La historia de la camiseta de Boca Juniors es también una prueba del enorme apego que los aficionados al fútbol sienten por los colores de la elástica de su equipo, llegando a generar debate cualquier modificación en el diseño de la misma, por pequeña que sea. Esto es lo que ocurrió cuando Mauricio Macri, que llegó a ser presidente de Argentina y que lo fue también de Boca, decidió añadir dos estrechas franjas blancas, una encima y otra debajo de la amarilla. Esto llegó a motivar que el mismísimo Maradona amenazase con dejar de vestirla, aunque el astro argentino, finalmente, cedió. En todo caso, ese cambio fue transitorio.
Coca-Cola, obligada a cambiar sus colores en La Bombonera
El color es importante para los aficionados de Boca Juniors y, de ahí, lo ocurrido en su estadio con la multinacional Coca-Cola. Corría el año 2004 y el club decidió cambiar un patrocinio de Pepsi por el de la marca nacida en Atlanta pero, para ello, puso una condición: los carteles en los que se anunciara Coca-Cola en el estadio no debían presentar los tradicionales colores blanco y rojo de la marca, por coincidir estos con los de la camiseta del eterno rival: River Plate.
El paso de los años ha llevado a que, hoy en día, los anunciantes adopten en muchas partes del mundo los colores de los equipos locales de los estadios donde aparece su publicidad pero, durante algunos años, el estadio de Boca fue el único del planeta donde Coca-Cola apareció con unos colores que no le son propios, en concreto, el blanco y el negro.