El Deportivo de La Coruña suma un nuevo título nacional, y ya son siete, después de que la Real Federación Española de Fútbol haya ratificado la oficialidad de la Copa España de 1912 que conquistó el club coruñés, en unos tiempos en los que la Liga Española aún no estaba siquiera en fase de proyecto. Este galardón se suma a la Liga de la temporada 1999-2000, a las dos Copas del Rey (temporadas 1994-1995 y 2001-2002) y a las tres Supercopas de España (1995, 2000 y 2002).
Esta alegría inesperada para la afición del Deportivo que, curiosidades del destino, llega antes de un derbi gallego ante el filial del Celta que algunos consideran un verdadero mal trago, fue posible gracias al trabajo del periodista Rubén Ventureira, que en su libro De la Sala Calvet al título olvidado. Albores del Deportivo 1901-1912 resume en 11 puntos los motivos por los que aquella Copa de España ganada en la prehistoria futbolística del Dépor merece formar parte del palmarés oficial del club.
La publicación de la mencionada obra y el debate que generó llevó a la Real Federación Española de Fútbol a investigar y a recabar documentación al respecto. El desenlace no pudo haber sido más feliz para unos aficionados, los del Deportivo, que ahora saben que la victoria ante el eterno rival, el Celta, en cuanto a títulos oficiales se refiere (dejamos al margen copas menores como la Intertoto) ya es nada menos que por 7-0.
Lo cierto es que desde Vigo llegaron muchas bromas y chanzas acerca del hecho de que el club coruñés vaya a jugar de nuevo ante el Celta B. Ahora, los vecinos del sur de Galicia saben que el Deportivo es tan grande que es capaz de sumar un nuevo título cuando milita en la tercera categoría del fútbol español.
La historia del título perdido y recuperado
El periodista Rubén Ventureira descubrió, en sus investigaciones para escribir el libro, la conquista de la Copa España de 1912. El responsable de patrimonio e historia del Club, Lois Novo, encontró rápidamente el trofeo, que se encontraba entre los más de 1.500 que conserva el Deportivo y lo hizo gracias a que la susodicha copa lleva grabado el nombre de la que entonces se llamaba Federación Española de Clubs de Foot-ball.
La conservación de la Copa España de 1912 también es un éxito de Ramón de Llano, gestor único del club durante la Guerra Civil, pues fue él quien evitó que todos los trofeos en posesión del Deportivo fueran fundidos, como lo fueron los de otros clubes gallegos, para fabricar material litúrgico.
Son varias las razones que han llevado a la Federación a ratificar aquel campeonato se haya convertido en el primer título oficial del club, pero la principal es que la competición en la que se ganó estaba abierta a la participación de todos los clubes españoles y organizada por la mencionada Federación Española de Clubs de Foot-ball.
Del mismo modo, la Copa España de 1912 se disputó conforme a un reglamento publicado por la FECF con suficiente antelación y la competición se celebró en tiempo y forma en el lugar acordado, casi cuatro meses antes por la asamblea federativa. Otra de las claves que otorgan oficialidad al título es el hecho de que en 1913, la FECF y la UECF organizaron sendas ediciones de la Copa España y ambas designaron A Coruña como sede de sus fases finales, reconociendo así incluso la federación disidente la consecución por parte del Dépor del título el año anterior. Ninguna de estas dos ediciones llegaron a concluirse debido a que ambas entidades dieron paso, en septiembre de 1913, a la actual Real Federación Española de Fútbol.