La presencia de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, como una de las premiadas en el acto de reconocimiento a los alumnos ilustres de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense hizo que el evento se asemejara más, al menos en algunos momentos, a un mitin político o a una manifestación que a una ceremonia académica y es que detractores y defensores de la dirigente madrileña sacaron a relucir toda su efusividad.
El miedo a que ocurriesen incidentes provocados por los estudiantes que se oponían con más energía a que la Universidad premiara a Ayuso fue tal que se dispuso en el campus un amplio dispositivo policial que impidió que los gritos e insultos derivaran en altercados con violencia física. La propia Ayuso, en su intervención, reconoció haber recibido incluso amenazas de personas que deseaban impedir su participación en el acto de los alumnos ilustres.
«Hace poco, leí que se estaban organizando grupos de alumnos, algunos profesores, dirigentes universitarios y muchas personas ajenas a estas universidad que querían impedir que recibiera este reconocimiento y que participara libremente en este acto. Incluso he llegado a leer amenazas. ¡Tenemos una helicóptero sobrevolando la Universidad», comentó Ayuso, licenciada en Periodismo por la Complutense.
La presidenta madrileña, que aseguró defender que ella es «una más», llamó a estudiantes y profesores a defender la libertad en el ámbito de la universidad. «Como hice durante mis años estudiantiles, defiendo una universidad pública de todos. Pocos lugares han de ser tan plurales, tolerantes y ejemplo de convivencia como la universidad», manifestó Ayuso, que añadió, sobre el caso de la Complutense, que «todos tenemos la obligación de defender la convivencia en la universidad presencial más grande de España».
Críticas de una alumna en busca de protagonismo mediático
Sabía que criticar a Ayuso, sobre todo si se hace de una forma vehemente, era garantía de aparecer en todos los periódicos, radios y televisiones y, quizás por ello, la alumna Elisa Lozano, galardonada como la mejor estudiante de su promoción, prefirió atacar a la presidenta y a las autoridades académicas que agradecer un reconocimiento que, a buen seguro, le llega fruto de su esfuerzo y capacidades.
La alumna Elisa era perfectamente consciente de que, hoy en día y en España, vende mucho más bajar al fango político que unas notas excelentes o unos conocimientos fuera de lo común y, como pudo ver todo el país, actuó conforme a esa certeza y pronunció un discurso que a nadie dejó indiferente. Eso sí, mientras unos lo consideran brillante, otros lo califican como un despropósito y como una prueba irrefutable de hasta qué punto se ha ideologizado la universidad.
Elisa mostró desprecio por el premio recibido, por Ayuso y por los dirigentes académicos y mostró cariño, sin embargo, por los profesores y por sus compañeros que, a su juicio, deberían ser los únicos protagonistas del evento. «Este premio no lo quiero absolutamente para nada. ¿De qué me sirve? No sé quién ha decidido que soy la mejor de la promoción, supongo que la misma persona que ha decidido darle un premio hoy aquí a la señora Ayuso», exhortó la alumna con una voz que denotaba un gran enfado, incluso ira, para después sentenciar que está «harta de titulitis«.
La crítica hacia Ayuso fue acompañada de la dirigida hacia todos aquellos que, libremente, optaron por aplaudirla en lugar de abuchearla. «¿Está haciendo algo por nosotros la señora Ayuso? Yo creo que no. Hoy es un día muy triste, porque cuando digo Ayuso oigo aplausos. ¿A quién quiero aplaudir? A mis profesores de verdad y a la Complutense de verdad. Hoy es un día de luto”, prosiguió Elisa Lozano, que remató con un «Ayuso, pepera, los ilustres están fuera”.