Cinco películas de guerra (por José Luis López Casado)

películas de guerra

Siempre que hablamos de género bélico, pensamos en películas de guerra con grandes batallas y enorme despliegue de extras que aprovechan en todo su esplendor el formato panorámico. Todas ellas, además, cuentan historias: la soledad en tierra extraña, el despotismo de los altos mandos, entender al enemigo e incluso admirar su capacidad estratégica, lograr a toda costa que se malogren los planes de invasión, obtener información que permita ganar la guerra o adquirir ventaja…

Estas cinco películas tienen algo en común: la guerra como escenario y no como único argumento.

1917 (Sam Mendes-2019)

1917

La primera película de mi selección es 1917, cuya trama se desarrolla durante la Primera Guerra Mundial y tiene como hilo conductor el aprendizaje. También es una road movie y, en cierto modo, también es una película de colegas. La historia de la película es la de un soldado que, en compañía de otro, tiene que ir a primera línea a entregar un importante mensaje del que pueden depender las vidas de miles de hombres. En su viaje encontrarán paisajes desolados, trincheras vacías, aviones enemigos, francotiradores… En esencia, no se aleja demasiado de El Señor de los Anillos, pues la historia también gira alrededor de un viaje lleno de peligros durante el que el protagonista encontrará aliados, enemigos, peligros y hasta una princesa en forma de madre de un bebé oculta en el sótano de una casa tras las líneas enemigas. A destacar el fabuloso travelling lateral con el protagonista buscando de forma desesperada a alguien al mando que pueda evitar la carnicería que parece inminente.

Salvar al soldado Ryan (Steven Spielberg-1998)

Salvar al soldado Ryan

La segunda de las películas de guerras que he seleccionado tiene que ver con uno de los momentos clave de la Segunda Guerra Mundial: el desembarco de Normandía. Aunque la primera película sobre aquella operación que nos viene a la mente podría ser El día más largo, considero de justicia elegir Salvar al soldado Ryan, sobre todo por la fisicidad de las secuencias del desembarco y por la sensación de inmersión, con imágenes de gran realismo y crudeza. Hay que encontrar a un soldado y, para ello, Tom Hanks y su pelotón tienen que atravesar el territorio enemigo. Estamos nuevamente ante una una trama de aprendizaje que supone también un viaje a las entrañas del infierno y la locura, a la lucha por la supervivencia, con la muerte acechando en cada casa, en cada calle y en cada plaza y con la única recompensa de seguir vivo un día más.

Apocalypse Now (Francis Ford Coppola-1979)

Apocalypse Now

Esta película nos transporta a la jungla, con su pegajoso calor y con su peligro en cada recodo del camino. Estamos en Vietnam y nos encontramos en una bajada a los infiernos de la locura y la desesperación. Apocalypse Now es una adaptación de la novela de Conrad El corazón de las tinieblas, que ya en su momento intentó filmar Orson Welles. De nuevo, el viaje como pretexto de batallas, surf, ataques a poblados a ritmo de Wagner, conejitas playboy, escaramuzas nocturnas, tribus perdidas en lo más profundo y oscuro de la selva y, sobre todo, la presencia entre penumbra del representante de la locura y la megalomanía. A destacar ese comienzo bajo los acordes del The End de The Doors o el final apocalíptico con las bombas de napalm arrasando con todo.

La batalla de Midway (Jack Smight-1976)

La batalla de Midway

La cuarta película de la lista nos lleva de nuevo a la Segunda Guerra Mundial, en esta ocasión al frente del Pacífico. Tras el ataque a Pearl Harbour, la Armada japonesa, al mando del almirante Yamamoto, se dispone a atacar otro punto estratégico. Película sobre tácticas de combate, anticipación, cazas atacando portaviones e impresionantes batallas navales con material de archivo real de la Armada americana. Otro de los alicientes de la película, en la época de su estreno, fue el Sensurround, un sonido envolvente y atronador, para dar una sensación de inmersión que nos situaba en la cubierta de los portaviones en el momento del despegue de los cazas o bien nos aturdía con el ruido de las explosiones en la batalla en la isla.

Duelo en el Atlántico Norte (Dick Powell-1957)

duelo en el Atlántico Norte

Finalmente, para la quinta película, otra con batallas navales, aunque en esta ocasión en el Atlántico, en unas aguas infestadas de submarinos alemanes cuya misión era hundir los barcos aliados que se pusiesen a tiro. La curiosidad de Duelo en el Atlántico Norte radica en que, más que una película bélica, parece una partida de ajedrez entre el capitán del submarino alemán y el capitán del destructor que lo quiere capturar. Lejos de darnos una imagen cruel y despiadada de los alemanes, nos muestra la realidad: no todos comulgaban con las ideas nazis y querían a su patria por encima de todo. Por otro lado, el capitán del destructor no tiene un afán homicida, en acabar con el submarino, pues su objetivo es anticiparse a sus planes e interceptarlo si llegase el caso. Es una película sobre el liderazgo y sobre cómo ejercerlo. Hay momentos de gran tensión, como aquellos en los que el capitán del submarino trata de levantar la moral de sus hombres cantando. El capitán del destructor, por su parte, respeta a los hombres a su mando y, aunque estos albergaban dudas sobre su capacidad de mando, poco a poco se va ganando el respeto de su tripulación.

Hemos comprobado que, aunque de género bélico, las películas elegidas podrían encajar en otros géneros, como road  movie, intriga, aventuras y suspense; lo que demuestra que, en el fondo, se trata de contar historias y de hacerlo de una forma atractiva y que capte el interés de las personas que decidan verlas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *