Al final sólo podía quedar un pueblo y ése ha sido el de La Alberca, que se ha impuesto a Celanova en la gran final del concurso de Navidad de Ferrero Rocher Juntos brillamos más. La localidad salmantina y la ourensana habían llegado al último escalón del certamen tras haber dejado en el camino, en sucesivas rondas eliminatorias, a Benasque (Huesca), El Burgo de Osma (Soria), Iznájar (Córdoba) y Ribadesella (Asturias).
«La Alberca, felicidades por ser el más votado en este décimo aniversario. Sigues siendo un ejemplo de esfuerzo y solidaridad y, claro, de elegancia. Esperamos que tu resplandor siga creciendo en el futuro», expresó Ferrero Rocher a través de sus redes sociales para difundir el nombre del pueblo vencedor y para felicitar a sus vecinos.
La cruz salió para Celanova, que se quedó a las puertas de una victoria muy deseada por sus vecinos y que, con su derrota, hace que Galicia se quede, un año más, sin inaugurar su palmarés en este concurso que cada vez alcanza mayor popularidad. Antes que la localidad ourensana, fracasaron las candidaturas de Combarro (Pontevedra) y Portomarín (Lugo).
Elegancia
Ferrero Rocher definió a cada una de las localidades seleccionadas con una palabra, con la que pretendía destacar alguno de sus atractivos y vincularlas con sus propios valores y con su identidad de marca. En el caso de La Alberca, esa palabra fue elegancia.
«Como Ferrero Rocher, este municipio es un exponente de elegancia. Su arquitectura típica de la Sierra de Francia, sus adornos florales y la combinación de materiales rústicos confieren a esta precioso pueblo una clase única», comentaba la marca sobre la localidad salmantina, que cuenta con unas calles y edificios que capturan las miradas de todos los que llegan a ella.