El Deportivo de La Coruña asegura que los insultos y amenazas que recibieron diversos miembros del club a través de las redes sociales debido a la marcha de Lucas Pérez no quedarán impunes y anuncia que lo denunciará ante las autoridades competentes.
Esas amenazas estuvieron dirigidos, fundamentalmente, contra Massimo Benassi, actual director general del club y una de las personas más odiadas por el deportivismo, y contra Fernando Soriano, director deportivo cuya gestión de los fichajes resulta nefasta para buena parte de la parroquia blanquiazul. La causa de los ataques es que, para un importante porcentaje de los hinchas del equipo coruñés, Lucas se marcha por su mala relación con esos dirigentes, al margen de que pueda haber también un componente familiar que lo lleve a Madrid y no a otro destino.
El Deportivo, en lugar de dejar pasar los insultos, amenazas y demás ataques en redes sociales, como suele hacerse en estos casos, está dispuesto a ir con todo contra sus propios aficionados. Lo hace, según explica el propio club en un comunicado, por una cuestión de coherencia con su filosofía y sus valores.
«El Deportivo condena enérgicamente cualquier tipo de comportamiento intimidatorio, violento o amenazante como los tristemente acaecidos en últimos días; puesto que los mismos van en contra de los valores de respeto, convivencia y deportividad que nuestra entidad ha promovido y promueve tanto dentro como fuera del campo desde su creación», expone el club en su comunicado.
A la dupla que forman Benassi y Soriano se suma como blanco de las críticas de los aficionados del Deportivo un tercer elemento cuya llegada al club ya fue muy criticada en su momento: el director de Comunicación, Manu Sainz, que fue periodista del diario AS y tertuliano del programa El Chiringuito y al que los deportivistas acusan de simpatizar más con el Real Madrid que con el equipo coruñés.