Lucas Pérez abandona el Deportivo de La Coruña y el club, aunque dice que «lamenta profundamente» la marcha del capitán del equipo, lo despide con un escueto comunicado y con una fría rueda de prensa y, salvo un cambio brusco en los acontecimientos, lo deja sin un adiós en el estadio de Riazor que le reportaría una ovación que tiene bien merecida por haber regresado a A Coruña en uno de los peores momentos de la historia del Dépor y sacrificando dinero y su presencia en la Primera División.
Explica el club en su comunicado que Lucas se marcha «por motivos personales», algo que va en la dirección de lo que habían expuesto diversos medios de comunicación y personas de su entorno que comentaron que el capitán quiere vivir en Madrid para estar cerca de su hijo, que reside en la capital de España con la expareja del futbolista.
«Lucas Pérez deja de ser jugador del Deportivo tras solicitar su salida por motivos personales. El club accedió a la petición de Lucas, que regresó a la entidad en enero de 2023 y que fue una pieza clave en el ascenso logrado la pasada temporada. El Deportivo lamenta profundamente la marcha del capitán y le agradece sinceramente su compromiso y esfuerzo para regresar al club», recoge el comunicado en el que el Deportivo convoca una rueda de prensa para que Lucas se despida y en el que le desea «mucha suerte y éxito en su próximo destino profesional».
Si el hecho de perder a Lucas Pérez a mitad de temporada no ha gustado a los aficionados del Deportivo, mucho menos les ha gustado la forma de despedirlo y las muchas incógnitas que deja su partida en cuanto se refiere a los motivos del capitán para irse de A Coruña. Aunque pocos ponen en duda que a Lucas, como a cualquier padre, le apetece ver crecer a su hijo, son muchos los que piensan que hay algo más y que la directiva, por algún motivo que permanece en la sombra, está encantada de que el futbolista abandone el club.
Más allá de la marcha de un baluarte del equipo como es Lucas Pérez, ya grave por sí misma, los hinchas del Deportivo ven con asombro lo desastroso que está resultando este período de fichajes de invierno para el club de sus amores. A la salida del capitán puede sumarse la de la joven estrella Yeremay Hernández y, a día 22 de enero (el mercado se cierra a finales de mes), todavía no ha llegado ni un sólo refuerzo. Además, los jugadores que han tenido un papel más discreto y no tienen sitio en el equipo, se resisten a marcharse.