El delantero noruego del Celta Strand Larsen humilló a su club y a sus aficionados al calificar al conjunto vigués como un equipo pequeño y, ahora, pretende que los celtistas le perdonen diciendo que todo fue un malentendido motivado por una traducción errónea de sus palabras. La mayoría de los hinchas, sin embargo, no se creen lo que el futbolista dice en una comparecencia claramente orquestada desde el propio club y es que, hasta donde saben, hay pocas formas de traducir e interpretar frases como «todavía no he jugado en un buen equipo» o «mi objetivo es llegar a un club que no sea siempre inferior».
Será difícil que los seguidores del Celta olviden lo ocurrido y es que, además de soportar que las declaraciones de Strand Larsen fueran noticia en todo el planeta fútbol, por los sorprendente que resulta que un futbolista realice un ataque tan gratuito hacia el club que le está pagando, tuvieron que sufrir las chanzas de los hinchas del Deportivo, gran rival de los vigueses, que han convertido al noruego en una especie de ídolo al que muchos le piden ya que vista la camiseta blanquiazul tras haber pisoteado, en sentido figurado, la celeste.
Lo cierto es que las explicaciones de Strand Larsen sólo serían capaces de convencer a los celtistas más inocentes y es que el delantero afirma haber dicho algo que, claramente, no es lo que dijo en la polémica entrevista. Comenta el noruego que lo que quiso expresar es que nunca ha jugado en alguno de los tres o cuatro mejores equipos de una liga pero, lo que había expuesto realmente fue que quiere llegar a un equipo que no sea siempre inferior y, evidentemente, para no ser siempre inferior no es necesario estar entre los cuatro primeros de la competición.
“La pregunta del periodista era cómo había marcado diez goles con un equipo que no gana muchos partidos, y lo que quería decir es que nunca jugué en un equipo que fuese el mejor de su liga o que estuviera entre los tres o cuatro mejores del campeonato”, comentó el atacante en su quite del perdón.
También dijo Strand Larsen que en el Celta siempre ha estado «muy contento» y que recalar en el conjunto vigués fue «lo mejor que le pasó en la vida». Ni que decir tiene que ninguna de esas dos manifestaciones supone renunciar a su pensamiento de que el conjunto celeste es un equipo mediocre que tiende más hacia la derrota que hacia la victoria.
El Celta jugará en el estadio de Balaídos ante el Rayo Vallecano el próximo domingo. Llegará entonces el momento de ver si toda la indignación que provocó Strand Larsen entre los aficionados celestes se transforma en pitos y reproches o si, por el contrario, los seguidores del equipo vigués prefieren concentrarse en animar a los jugadores que sí parecen sentir los colores y avanzar así hacia el objetivo de la permanencia que aún no han asegurado.