El modesto San Tirso de Mabegondo, una parroquia con apenas 800 habitantes ubicada en el municipio coruñés de Abegondo, ya conoce el rival de Primera al que deberá enfrentarse en la próxima ronda de la Copa del Rey: el Espanyol. Así lo ha determinado un sorteo celebrado hoy del que sin duda estuvieron muy pendientes los vecinos de la pequeña localidad donde se ubica el campo de fútbol de O Monte en el que se disputó el partido en el que los locales derrotaron al Selaya cántabro y se ganaron su derecho a seguir soñando.
En un sorteo de Copa del Rey en el que no estaban Real Madrid y Barcelona, por estar exentos los cuatro equipos que disputarán la Supercopa de España (esos dos más el Athletic Club de Bilbao y el Mallorca) el Espanyol, uno de los clubes que puede decir que ha ganado la competición, se presenta como un rival interesante para el San Tirso, un club que, hasta ahora, apenas había asomado la cabeza fuera de los campeonatos y ligas regionales. El Deportivo, el club más importantes de la provincia de A Coruña, también está exento de esta fase por ser el campeón de Primera Federación de la pasada temporada.
Queda por resolver la incógnita del estadio en el que se disputará el partido y es que todo apunta a que el campo de O Monte no reúne las condiciones exigidas para un choque de estas características y a que la directiva del San Tirso querrá hacer caja y necesitará para ello un recinto de mayor capacidad. Vecinos de A Coruña, en general, y aficionados del Deportivo, en particular, ya han expresado su deseo de que el Ayuntamiento de la ciudad haga lo necesario para que el choque se celebre en Abanca-Riazor.
Un partido para la historia
Para conseguir el hito que tiene revolucionados e ilusionados a los vecinos de la pequeña parroquia, el San Tirso derrotó al Selaya, un club cántabro, también muy modesto, con un escudo que es prácticamente idéntico al del Sevilla. La victoria fue muy sufrida para los locales y llegó en la tanda de penaltis que se disputó tras un resultado de 1-1 y en una tarde muy desapacible con viento y lluvia.
Hubo que sufrir y, de hecho, fueron los cántabros quienes abrieron el marcador, con un tanto de su jugador Arenal en el minuto 7. Fue cuando agonizaba la primera mitad del choque cuando Quintas anotó el empate que se mantendría durante todo el resto del encuentro, prórroga incluida.
Llegado el momento de la verdad, el San Tirso no falló y anotó sus cinco penaltis de la tanda, algo que no pudo igualar el Selaya, que sólo marcó tres. Empieza así un cuento de hadas para el modesto club de Mabegondo, que tiene más de 80 años de historia pero que, en todo ese tiempo, apenas había asomado la cabeza fuera de las ligas regionales. Ahora, tendrá el honor de medir sus fuerzas con un club profesional de la máxima categoría, algo que, sea cual sea el resultado de ese desigual choque, ya es una victoria para unos jugadores que hoy sí se sienten protagonistas.