Iker Casillas confesó a través de un mensaje lanzado desde su perfil de Twitter que era gay, pero más tarde, tras el revuelo que se generó en las redes sociales, informó de que esa confesión no la había escrito él, sino que era fruto de un hackeo. «Espero que me respeten: soy gay» es la frase que convirtió al exguardameta del Real Madrid y de la selección española en trending topic mundial.
Aunque la mayoría de los que comentaron ese tuit ya se inclinaban por la hipótesis de que el perfil de Casillas había sufrido un hackeo, el exportero salió a la palestra para, desde la misma red social, desmentir su homosexualidad. «Cuenta hackeada. Por suerte, todo en orden. Disculpas a todos mis followers. Y por supuesto, más disculpas a la comunidad LGTB«, escribió Casillas para negar que sea gay.
Las bromas de futbolistas y amigos de Casillas, como Carles Puyol, no hicieron más que echar más leña al fuego. Lo que publicó el excentral del FC Barcelona, campeón del mundo junto a Iker en la selección, en respuesta al falso tuit causó gran indignación entre la comunidad LGTBI, que lo consideró una frivolidad hacia el colectivo.
«Es el momento de contar lo nuestro, Iker», publicó Puyol para indignación de un buen número de tuiteros que alertaron de que bromear sobre cuestiones relativas a la orientación sexual puede, especialmente si la broma viene de una figura pública, resultar ofensivo y contribuir a que la sociedad reste importancia a las reivindicaciones de todo un colectivo.
La intención de Carles Puyol no fue en ningún momento la de ofender y así lo dejó claro con un nuevo mensaje expresando sus disculpas y reconociendo su error. «Me he equivocado. Perdón por una broma torpe, sin ninguna mala intención pero absolutamente fuera de lugar. Entiendo que pueda haber herido sensibilidades. Todo mi respeto y apoyo a la comunidad LGTBIQA+», escribió el hombre que marcó el gol ante Alemania que le dio a España el pase a la final del Mundial de Sudáfrica de 2010 que acabaría ganando.