La réplica de la mítica camiseta verde del Deportivo con el patrocinio de Feiraco que lanzaron esta semana el club blanquiazul y la marca de leche tuvo tanto éxito entre los aficionados que ya se han agotado las existencias que se pusieron a la venta tanto en la tienda online como en la física, aunque no todos los que compraron la codiciada prenda parecen haberlo hecho con la intención de vestirla y disfrutarla sino, más bien, con la de hacer negocio con su reventa.
Fueron muchos los deportivistas que denunciaron a través de las redes sociales, con capturas de pantalla incluidas, la presencia de la camiseta verde en páginas de venta online y, por supuesto, a un precio mucho mayor que el de 65 euros por el que las despachó el club.
Los que guardaron cola para conseguir hoy la camiseta en la DéporTienda de Riazor, los que entraron ayer en la web una y otra vez para intentar hacerse con ella y, sobre todo, los que pese a haberlo intentado se quedaron sin ella mostraron su indignación al constatar la reventa que la elástica, que está disponible para la compra en páginas ajenas al Deportivo por cantidades más próximas a los 200 euros que a los 100.
«Los que revendéis la camiseta sois escoria», escribió la tuitera deportivista Alba (@aalbagmz), muy decepcionada al comprobar que algunos de los que compraron la camiseta no lo hicieron por amor al Deportivo y a su historia sino por codicia.
Sorpresa en el deportivismo
El amor de los deportivistas por su club está llegando a un punto que roza la histeria colectiva o, al menos, eso opinan algunos aficionados que, pese a conocer de sobra que pocos hinchas hay tan fieles como los del Dépor, no comprenden cómo alguien puede guardar una cola de varias horas para hacerse con una camiseta que quizás podría obtener en el futuro sin tanto padecimiento o cómo, en plena época de inflación y dificultades económicas, puede haber tanta gente dispuesta a desembolsar 65 euros por una réplica que, aún siendo de calidad, tampoco es la prenda original.
«Quizás esto ya es exagerado. Yo, definitivamente, no hubiese hecho cola y menos con tanta gente», comenta el tuitero DPV (@elDPVista), que no parece necesitar comprar una camiseta para sentirse más deportivista o que, simplemente, considera que una simple prenda no merece pasar varias horas de pie en una lluviosa mañana de diciembre.