La derrota del Deportivo en casa ante el Celta Fortuna, filial de su eterno rival, parece haber acabado con la poca ilusión que les quedaba a los aficionados blanquiazules. El club coruñés, en un nefasto arranque de temporada, únicamente ha sumado 7 puntos de 21 posibles y las sensaciones que transmite el equipo no parecen apuntar a que la situación se revierta.
Si al principio de temporada, cuando llegaron los primeros malos resultados en forma de empates sin goles en el estadio de Abanca Riazor, los deportivistas habían tiempo para una plantilla renovada y para un entrenador recién llegado, ahora ya son mayoría los que piden la cabeza del técnico Imanol Idiakez, la suplencia de jugadores que parecían intocables, como Lucas Pérez, e incluso la dimisión en bloque de toda la directiva. Cualquier cosa, dicen estos aficionados descontentos, mejorará lo que hay actualmente.
Que el filial del eterno rival te pinte la cara en tu propia casa habría sido una verdadera hecatombe en cualquier otro momento de la historia del Deportivo pero en estos tiempos, por desgracia, sólo es una más de las muchas decepciones que acumulan los seguidores blanquiazules desde que su equipo cayó al tercer escalón del fútbol español. Dicho de otra forma, la decepción no es ya perder contra un grupo de jóvenes promesas del Celta sino que se vayan otros tres puntos y que la primera posición que otorga el ascenso directo a Segunda esté a 10 puntos.
«Planteamiento lamentable, equipo lamentable. Ahora mismo, a un punto del descenso. Intolerable», escribió al terminar el partido ante el filial del Celta el popular tuitero Orgullo Coruñés (@Buah_neno), cuyo comentario representa a la gran mayoría de los deportivistas que sienten que el equipo de sus amores es, ahora mismo, un buque a la deriva.
No son los resultados lo único que desagrada a los seguidores del Deportivo. El juego mostrado por el equipo tampoco les convence y, por eso, han comenzado a dirigir sus miradas hacia el banquillo. «Fin de un partido horroroso. Es difícil o imposible hacerlo peor. Jugando así, ni en playoff nos metemos. Mucho tienen que cambiar las cosas. Qué pena de equipo», comentó la tuitera Alba (@aalbagmz).
La misma opinión tiene Chairego en Riazor (@86Riazor), que considera que el partido del Deportivo ante el Celta Fortuna, al igual que los dos anteriores, sería un gran ejemplo para enseñar a jóvenes jugadores y a entrenadores incipientes todo lo que no se debe hacer. «Los tres últimos partidos del Dépor se enseñarán en los cursos de entrenador como ejemplo de equipo mal trabajado tácticamente. En cualquier otro club se pediría la cabeza del responsable. Pero aquí hay un hartazgo y depresión que casi acaba haciendo que se sienta indiferencia. Y es un problemón», manifestó este aficionado.
Así las cosas, los únicos consuelos que le quedan a los aficionados del Deportivo son los buenos datos de asistencia al estadio de Abanca Riazor, en el que cada partido empieza como una fiesta aunque acabe como un funeral, y el recuerdo de épocas gloriosas del pasado a través de homenajes como el que se le tributó al brasileño Djalminha antes del encuentro ante el filial del Celta.