El Athletic Club de Bilbao viste de rojiblanco por circunstancias del azar y, además, aunque todos asocian a este equipo tan especial con esos colores, no siempre fue así. Hoy, en El Sereno Indiscreto, te enseñamos la historia de la camiseta de uno de los clubes más queridos y admirados del fútbol español, famoso en el mundo entero por su filosofía de reclutar sólo a futbolistas de la tierra (vascos, navarros y riojanos) o que, aún habiendo nacido en otros lugares, se hayan formado desde jóvenes en la cantera de Lezama.
En sus inicios, el Athletic Club de Bilbao, fundado en 1898, vistió una equipación con jersey y pantalones blancos y medias negras, que portaba en partidos amistosos y torneos de escasa entidad. Fue en la temporada 1902-1903 cuando, coincidiendo con la primera edición de la Copa del Rey, la directiva decidió, en una reunión celebrada en el Café García, adoptar un nuevo uniforme de mayor calidad. A la hora de escoger los colores, optaron por los del Blackburn Rovers, no tanto porque fueran los que más les gustaban sino porque un socio del club donó un lote de elásticas de ese club traídas desde Inglaterra. A aquella camiseta con una franja azul y otra blanca se le bordó el emblema del Consulado de Bilbao, antecedente de la actual Cámara de Comercio y Navegación.
El blanco y azul de la primera equipación no duró mucho. Corría el año 1910 cuando Juan Elorduy, jugador y directivo del Athletic que además era ingeniero de minas, recibió el encargo de aprovechar uno de sus viajes a Inglaterra para traer 50 camisetas blancas y azules para los jugadores del club bilbaíno y para los de su sucursal en Madrid (el actual Atlético de Madrid). Elorduy dejó la compra para última hora y se encontró con que ya no quedaban camisetas blancas y azules en ninguna de las tiendas que visitó. Para no regresar de vacío y ya en la ciudad portuaria de Southampton, donde debía coger el ferry para regresar a Bilbao, adquirió medio centenar de camisetas del equipo local, el Southampton Football Club, que, como el lector habrá adivinado, viste con franjas rojas y blancas.
Las franjas verticales rojas y blancas de la camiseta del Athletic se mantuvieron desde entonces, sin cambios sustanciales si se exceptúa el de la llamada camiseta ketchup que había diseñado el artista vasco Darío Urzay con motivo del regreso del club bilbaíno a competiciones europeas en la temporada 2004-2005. El rechazo que generó aquella elástica en la que las franjas se sustituían por manchas rojas sobre fondo blanco fue tal que sólo se utilizó en un partido amistoso disputado en Holanda. Portales como ESPN consideraron a esta camiseta como una de las tres más feas de la historia del fútbol.
Escudo
El escudo del Athletic de Bilbao incorpora muy bien los valores de tradición y apego a la tierra que siempre han impregnado a este club centenario. El emblema actual que luce el equipo incorpora el puente y la iglesia de San Antón, dos elementos muy reconocibles del casco urbano de la ciudad vasca que figuran también en el escudo de la villa.
Del escudo de Bizkaia, toma el árbol de Guernica, que es además un símbolo totémico para toda la cultura vasca, y la cruz de San Andrés, cuyas características aspas aparecen por duplicado. A todo ello se suman los lobos del escudo de la familia Haro, señores de Bizkaia y fundadores de Bilbao.