El dato es contundente y debería llevar a la reflexión: más del 75% de los jugadores de golf sufrirán dolor de espalda en algún momento de su vida y más de un 15% estarán de baja médica por ese motivo. Es la propia Real Federación Española de Golf la que publica esta información en su página web, a modo de advertencia de que este deporte no es tan relajado y beneficioso para la salud como muchos imaginan o pretenden vender y que una persona no debe ponerse a practicarlo de la noche a la mañana sin contar con una correcta preparación.
Durante los últimos años se ha producido una verdadera avalancha de personas que, ya sea por el simple hecho de disfrutar al aire libre o por el estatus que reporta practicar un deporte tradicionalmente vinculado a las élites, se han iniciado en el golf. También son muchas las empresas que, ante ese apogeo, han puesto en marcha sus propios circuitos y torneos, eventos que en no pocas ocasiones se asemejan más a una merienda campestre que una prueba deportiva seria. Todo eso estaría muy bien de no ser porque para jugar al golf, como para cualquier deporte, hay que contar con un mínimo de preparación.
Son muchas las empresas que han puesto en marcha sus propios circuitos y torneos, eventos que en no pocas ocasiones se asemejan más a una merienda campestre que a una prueba deportiva seria
Sólo del modo en que se golpee la bola puede depender que el jugador acabe o no con la espalda maltrecha. Para constatar los riesgos de la práctica amateur basta con observar cómo realizan el golpeo algunos de esos aficionados y cómo lo hacen los profesionales en los grandes torneos.
«El número de lesiones producidas por el golf en los jugadores amateurs aumenta cada año, ya que no se toman las medidas preventivas necesarias que nos permitan disfrutar del golf con salud. Deberíamos desterrar el mito de que el golf es un deporte tranquilo, suave y de bajo riesgo de lesión…», recoge el informe publicado por la Real Federación Española de Golf.
Peligro oculto
Con semejante advertencia, si estás pensando en escoger un deporte que te aporte diversión con un mínimo efecto nocivo para tu cuerpo, quizás deberías planteártelo dos veces antes de optar por el golf y es que cada prueba que disputes y cada golpeo que realices puede suponer un daño irreparable para tu espalda, sobre todo si ya tienes una edad avanzada y si compites en torneos donde la ortodoxia brilla por su ausencia.
«El golf es una modalidad deportiva especialmente dañina para nuestra espalda y, en la mayoría de los casos, las lesiones aparecen por la acumulación y repetición en el tiempo de determinados factores. Las vibraciones que se producen en el momento del golpeo de la bola son transmitidas por el palo hacia nuestro brazo, hombro y espalda, siendo absorbidas por los tendones, músculos, nervios y articulaciones, provocando su inflamación y posterior lesión. Si el simple impacto con la bola crea vibraciones capaces de ocasionar lesiones, imagínense las vibraciones que producen el golpeo fallido contra la alfombrilla de prácticas o contra el rough de un campo de golf», recoge el informe.