El Instituto de la Mujer, dependiente del Ministerio de Igualdad, ha remitido una carta a la bodega leonesa Almázcara Majara para pedirle que retire una valla publicitaria en la que aparece el torso de una mujer en bikini. Según la misiva, la imagen que aparece en la publicidad presenta a la mujer «como objeto sexual».
El organismo que insta a la retirada de la valla considera que la imagen que se presenta, «destacando la parte baja de la espalda y los glúteos» de la mujer, nada tiene que ver con la actividad propia de una bodega o con los productos que ésta comercializa, lo que hace que la banalización de la figura femenina y la presentación de la mujer como reclamo sea todavía más grave,
«La actividad de la bodega no justifica la cosificación femenina que emana del anuncio, presentando a la mujer como un objeto sexual. Consideramos que esta forma de utilización del cuerpo de las mujeres como reclamo favorece la perpetuación de las actitudes discriminatorias», recoge el escrito dirigido a la bodega por el Instituto de la Mujer.
El Instituto de la Mujer considera que la publicidad presenta a la mujer «como objeto sexual» y «favorece la perpetuación de actitudes discriminatorias»
La carta, cuyo contenido publicó el periódico Diario de León, añade que fueron varias las quejas recibidas por el Ministerio de Igualdad con respecto al anuncio de la bodega que aparece en la valla, por incumplir éste «el artículo 3º de la Ley General de Publicidad, que declara ilícitos los anuncios que presentan a las mujeres de forma vejatoria, bien utilizando particular o directamente su cuerpo o partes del mismo como objeto desvinculado del producto que se pretende promocionar, bien su imagen asociada a comportamientos estereotipados que vulneren los fundamentos de nuestro ordenamiento».
Respuesta de la bodega
Si algo queda claro en la respuesta de la bodega Almázcara Majara a la carta del Instituto de la Mujer, que también recogió en sus páginas el Diario de León, es la sorpresa de los responsables de la misma al ser acusados de cosificar a la mujer.
«Estamos realmente sorprendidos por su comunicado y, sobre todo, por el contenido e incomprensible percepción de nuestra etiqueta/cartel de bodega. Primero de todo, informarles de que la mayoría de empleados de la bodega son mujeres y en ningún momento hemos pretendido sexualizar nuestros vinos», explica la bodega en su respuesta, en la que añade que la de la mujer en bikini no es la única etiqueta o valla de la bodega.
«Nos sorprende que a alguien le pueda molestar visualizar dicho cartel, salvo que sea alguien retrógrado y acomplejado por ver un cuerpo de mujer», respondieron desde la bodega
«Otros vinos de la misma bodega exponen la imagen de un hombre con el torso desnudo y alas de ángel o a un grupo de hombres y mujeres en trajes de baño en un velero, mientras en otra etiqueta, realizada por otro pintor, hay dos mujeres peleando… Todo responde a la filosofía de la marca, una filosofía que se extiende también a las contraetiquetas y que jamás le había reportado quejas ni críticas. Hasta ahora. Nos sorprende que a alguien le pueda molestar visualizar dicho cartel, salvo que sea alguien retrógrado y acomplejado por ver un cuerpo de mujer», concluye la carta.