Era lo esperado y hoy (26 de enero) lo ha anunciado el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña. La Xunta de Galicia pone fin a todas las restricciones que había establecido para poner coto a la sexta ola del coronavirus y, por tanto, los gallegos ya no deberán respetar el llamado toque de no queda, que impedía reunirse con no convivientes entre las tres y las seis de la madrugada. También se pone fin a las restricciones horarias para la hostelería y para el ocio nocturno, que vuelven a funcionar con total normalidad y, además, con las barras ya operativas.
La decisión anunciada por el responsable gallego de Sanidad no obedece tanto a la reducción del número de contagios (los 7.000 de las últimas 24 horas suponen el récord de los últimos diez días) como a la disminución de las hospitalizaciones y a la escasa mortalidad que presenta la variante ómicron.
Fin de las restricciones: bálsamo para la hostelería
El anuncio del fin de las restricciones supone un verdadero bálsamo para la hostelería gallega, cuyos empresarios ya habían reclamado nuevas ayudas para soportar una situación que, a su juicio, se estaba prolongado demasiado. El argumento de los hosteleros es el de que jamás de ha demostrado que bares, restaurantes y discotecas fueran un foco de contagio y que, mientras a ellos y a sus establecimientos se les imponían horarios y medidas muy estrictas, otras actividades del ocio podían funcionar con casi total normalidad.
La Xunta, con el presidente Feijóo a la cabeza, se caracterizó desde el inicio de la pandemia por mantener una postura de cautela y limitar la actividad hostelera cada vez que se producía una nueva oleada de contagios, una forma de proceder muy diferente a la de otros gobiernos autonómicos, como el que dirige Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, mucho más favorables a evitar medidas que lastraran la actividad económica y turística.
Ya era hora esto es una vergüenza, un circo , siempre restringiendo a la hostelereria y a las personas cuando nunca se demostró que fueran los principales focos de contagio y los centros comerciales , medios de transporte y trabajos a rebosar cara con cara y cuerpo a cuerpo con todo el mundo y ahí no convenía aplicar restricciones , es todo un circo político de sanitario no ha tenido nada en ningún momento, como el » pasaporte » covid , solo daba carta blanca a que los vacunados se contagiaran y contagiaran al libre albedrío,,, como ya a quedado claramente demostrado …una vergüenza y una maniobra para quitarnos nuestros derecho y libertades además de propiciar la discriminación de los no que no han creído oportuno o conveniente vacunarse , usando este pasaporte como medida de presión que no les ha funcionado todo esto es dictatorial e indignante en pleno siglo XXI….