La ausencia de Rosa Gallego, tras 12 años como concejala de A Coruña, en las listas del Partido Popular para las próximas elecciones municipales ha sido una de las grandes sorpresas previas a los comicios en la ciudad gallega. Como máxima responsable de Hacienda del Gobierno local del alcalde Carlos Negreira, primero, y como azote de Marea Atlántica y PSOE desde la oposición, después, esta mujer coruñesa saldrá de María Pita satisfecha y con la conciencia tranquila, después de haber cumplido su compromiso con la ciudadanía y de haberlo hecho sin descuidar sus obligaciones familiares. Rosa Gallego hace ahora balance de todos estos años y explica cómo ve el futuro de A Coruña y de España.
-¿Qué balance hace de su etapa como concejala en el Ayuntamiento de A Coruña?
-El balance es totalmente positivo, porque para mí, como creo que para cualquier coruñés, no hay mayor honor que ser concejala en mi ciudad y trabajar para mis vecinos. Yo nací en A Coruña, mis padres son coruñeses y mis hijas son coruñesas. A Coruña es la ciudad que me lo ha dado todo. Estoy agradecida por la oportunidad que he tenido y agradecida a los coruñeses que me han soportado durante todo este tiempo.
-¿Ser concejala de una ciudad como A Coruña le ha restado mucho tiempo para disfrutar con su familia?
-Tengo que agradecerle a mi familia todo el apoyo que me ha prestado durante todo este tiempo. A mi marido, a mis padres y, especialmente, a mis hijas. Cuando yo empecé en política, en 2011, tenía una niña de seis años y otra de diez. Antes de eso, como funcionaria, siempre podía pasar las tardes con ellas y es cierto que, en mi etapa en política, les resté cantidad de tiempo, aunque creo que ganamos en calidad, porque aprendí a aprovechar mucho más ese tiempo que estaba con ellas. Siempre he estado detrás de cualquier paso que daban, de sus estudios, de sus cumpleaños, de sus médicos… Creo que, aunque hoy los padres comparten responsabilidades, la madre es siempre la madre o, al menos, así lo he sentido yo todo este tiempo. Tengo que darles las gracias porque me han apoyado siempre de forma incondicional y, ahora que lo dejo, también.
-Cuando usted empezó en política, sus hijas no tendrían claro ni lo que es un concejal.
-Por supuesto. Las niñas no tenían ni idea de dónde me estaba metiendo. Lo único que decían era que mamá estaba cada vez menos en casa. Como mis tareas eran más de tipo administrativo, porque yo era la concejala de Hacienda y de Personal, procuraba gestionar mi tiempo de forma que llegara a casa para verlas despiertas y para hablar un poco con ellas. Como anécdota, recuerdo que mi hija pequeña siempre me decía cuando veíamos juntas la cabalgata de Reyes que una amiga suya iba en una carroza y que ella quería ir también. Yo le decía que eso era porque la madre de esa niña trabajaba en el Ayuntamiento y a ella se le quedó eso grabado y, en cuanto supo que yo iba a ser concejala del partido que iba a gobernar, me dijo que ya podría ir en la cabalgata. Y yo cumplí, la apunté y fue en una carroza.
«En mi etapa como política, les resté cantidad de tiempo a mis hijas, aunque creo que ganamos en calidad»
-Amigos y conocidos le habrán pedido entradas e invitaciones para asistir a conciertos y otros eventos.
-Sí, alguna vez, aunque tampoco mucho. Yo tampoco disponía de muchas, porque por protocolo nos correspondían sólo dos entradas a cada uno. Si yo no iba, pues se las cedía a alguien, aunque casi siempre se las daba a mis hijas, que son muy de conciertos.
-Usted fue concejala por primera vez después de las elecciones municipales que ganó el Partido Popular con Carlos Negreira al frente. Aquella victoria de la candidatura de la que usted formaba parte supuso toda una sorpresa después de tantos años con el PSOE gobernando.
-Fue una mayoría absoluta y veníamos de más de veinte años de gobiernos socialistas, primero con Paco Vázquez, que fue alcalde muchísimo tiempo, y luego con la etapa más breve de Javier Losada. Lo cierto es que Javier Losada no lo hizo bien como alcalde y su último gobierno bipartito, formado por PSOE y BNG, tampoco. Ganamos las elecciones después de muchísimo trabajo que sirvió para que el partido estuviera muy fuerte. Carlos Negreira se había pasado cuatro años en la oposición estando todos los días en la calle, que es lo que hay que hacer, e hizo una oposición dura. Él y todo su equipo machacaron al bipartito que, todo hay que decirlo, tampoco es que lo hiciera muy bien.
-¿Qué recuerda de aquellos tiempos como concejala del Gobierno local?
-Hay que decir que nos tocó gobernar la ciudad en un momento muy complicado, porque estaban ahí todos los problemas que trajo la crisis de 2008. Entonces, no era como ahora, porque ahora Europa está soltando dinero a diestro y siniestro. A nosotros nos pasó lo contrario, porque las políticas europeas de aquel momento eran de austeridad, con recortes, con techo de gasto y congelaciones salariales. A todo eso, hay que sumar que veníamos del dispendio socialista. Nos encontramos con un montón de facturas en el cajón, con las concesiones sin control y con cantidad de servicios sin contrato. A pesar de esa situación tan compleja, conseguimos aprobar los presupuestos todos los años, poner orden en las concesiones y equilibrar las cuentas. Hubo mucho orden y mucho trabajo. Y todo ese equilibrio se consiguió sin subir impuestos.
«Cuando entramos a gobernar, veníamos del dispendio socialista y nos encontramos con un montón de facturas en el cajón, con las concesiones sin control y con cantidad de servicios sin contrato»
-Y después de los cuatro años de gobierno, les tocó ceder el mando en otro momento muy particular.
-Creo que hubo dos factores que nos llevaron a perder el Gobierno local. Uno fue el tema de la Pokémon, que al final quedó en nada, con una jueza que acabó siendo sancionada y con un sumario que no había por dónde cogerlo. El segundo factor fue todo lo que trajo consigo el 15-M, que aquí en A Coruña se plasmó con Marea Atlántica. La Marea llegó como algo desconocido, con un profesor de Derecho de la Universidad que era Xulio Ferreiro y con el mensaje de que venían a salvar el mundo de una corrupción que no había. Para mí, la Marea fue lo peor que le pasó a A Coruña. Yo, ahora, me voy tranquila y contenta por haber frenado a la Marea. Es verdad que ese trabajo que hicimos lo rentabilizó el PSOE que, aunque no ganó las elecciones, pactó con la Marea. En todo caso, echar a la Marea era algo fundamental porque, sino, a saber a dónde iríamos a parar. La Marea aprovechó que el que el Partido Popular estaba en un momento bajo a nivel nacional, no sólo por todo el tema de la corrupción, sino también por las medidas de austeridad de Europa.
-Que gobernara un partido como Marea Atlántica en A Coruña fue también toda una sorpresa.
Al final, venían a salvar al mundo al estilo de Pablo Iglesias, que al principio iba a vivir en un piso en Vallecas y acabó comprándose un chalé de lujo en Galapagar. Aquí en A Coruña, Xulio Ferreiro y sus concejales metieron a quien quisieron en la Comandancia de Obras, les dieron la antigua cárcel a sus amigos… Si nosotros no hubiéramos hecho nada, ahí seguirían. Lo mismo ocurrió con los pisos que, de cinco que consiguieron comprar, dos son de un firmante del manifiesto de la Marea y no cumplían los requisitos. Eso no lo ha hecho nunca el Partido Popular y yo tampoco he visto que lo hiciera el PSOE. Esos eran los que venían a arreglar el mundo y a acabar con los partidos tradicionales. Eran un bluf y así se ve ahora, que les dan lo que les dan.
-La llegada de Marea Atlántica supuso también el fin para algunos eventos, como es el caso de la feria taurina, y la falta o ausencia de apoyo municipal para otros.
-Yo creo que hay que respetar a todo el mundo y un alcalde y sus concejales deben dar ejemplo. Está claro que terminaron con los toros, pero tampoco hubo un gran clamor social y ahí quedó. Otros eventos, como las fiestas de la Virgen del Rosario o la Función del Voto, quizás también habrían terminado de no haber sido por el apoyo del Partido Popular, que sigue participando en ellos. Otro ejemplo de esa forma de proceder de la Marea son las Meigas de San Juan, a las que sólo nosotros apoyamos. La Marea retiró a las Meigas de los actos centrales de la festividad del San Juan. Ya no es que no seas de su cuerda, es que te consideran rancio, antiguo e incluso fascista por apoyar esos eventos. Creo que cualquier cosa que haya en una ciudad, si a la gente le gusta y es lícita, hay que apoyarla.
«Eventos como las fiestas de la Virgen del Rosario y la Función del Voto habrían terminado de no haber sido por el apoyo del Partido Popular»
-¿Censura ahora más la izquierda que la derecha?
-Totalmente. Yo soy madre de dos hijas y a mí, que me den lecciones de feminismo determinadas personas… Lo tengo hablado en privado incluso con concejalas de la Marea. Yo soy con mis hijas mucho más liberal de lo que podría haber pensado y, en cambio, veo que la gente de izquierda tiene a sus hijas mucho más atadas en corto. Creo que la libertad es el mayor derecho que tenemos todas las personas y yo educo a mis hijas en base a eso.
-¿Qué es lo que más le enorgullece de su etapa como concejala?
-De lo que me siento más orgullosa es de que estuve 12 años como concejala, primero en el Gobierno local y después en la oposición, y creo que fui un ejemplo de trabajo, como muchos compañeros. Creo que a la política se debe llegar para servir a los ciudadanos. Yo soy funcionaria y siempre me he dedicado al servicio público desde hace 30 años. Hay que hacer lo que se pueda para quitar de la gente ese pensamiento de que todos los políticos son gente corrupta que se mete en política para hacerse rica.
-¿Cuáles han sido sus mayores rivales en los debates plenarios?
-Es muy difícil elegir unos nombres. En plan amable, podría decir que Pepe García, del PSOE. También Mar Barcón, José Manuel Dapena… Ahora mismo, diría que Francisco Jorquera, del BNG, que es muy amable. Por otra parte, tengo que reconocer que un rival complicado es Lage (PSOE), al que hay que saber torear y que supone todo un reto.
«Hay que hacer lo que se pueda para quitar de la gente ese pensamiento de que todos los políticos son gente corrupta que se mete en política para hacerse rica»
-En la política, ¿le gusta más el trabajo de despacho o el que se realiza a pie de calle y de cara al público?
-Las campañas me gustaban mucho, porque propician el contacto directo con la gente, pero tengo que reconocer que, al principio, me gustaba más el trabajo de despacho, porque yo no era una política al uso. Poco a poco, me fue gustando más el contacto con los vecinos, con los medios de comunicación, los debates en los plenos…
-¿Qué tal su relación con la prensa?
-Tengo que decir que a mí siempre me ha ido muy bien con la prensa. Siempre me han tratado muy bien y tengo amigos en la prensa, al igual que los tengo en la política, tanto en mi partido como en partidos rivales.
-Esa amistad de la que habla quedó patente en las numerosas muestras de respeto y cariño que recibió tras conocerse que dejaría de ser concejala.
-Pues sí. Las he recibido en público y en privado y de mucha gente. Los políticos, antes de todo lo demás, somos personas y compañeros. Yo eso lo llevo a rajatabla y por encima de todo. Recuerdo que, una vez, un compañero de otro partido se sorprendió porque yo me había preocupado mucho por él y por su estado cuando tuvo un problema de salud. He descubierto en política a gente de la que me llevaré un recuerdo muy bueno para toda la vida.
«Los políticos, antes de todo lo demás, somos personas y compañeros»
-¿Qué cree que pasará en estas próximas elecciones municipales en A Coruña?
-Pues, ahora mismo, no sé qué va a pasar. Faltan aún muchos días de campaña que son muy importantes. Por el momento, creo que está todo en el aire. No creo que esté ya todo el pescado vendido.
-¿Va a seguir como afiliada del Partido Popular?
-Por supuesto. Yo fui toda mi vida del Partido Popular y nunca he votado a otro partido.
-¿Se plantea volver a entrar en la política de forma activa?
-Yo siempre dije que soy funcionaria y que me quiero dedicar al servicio público, estoy encantada de haber trabajado por mi ciudad y sigo a disposición del partido para lo que necesite. Como dije antes, siempre he sido del Partido Popular y siempre lo seré.
-¿Cree que su compañero Alberto Núñez Feijóo llegará a ser presidente del Gobierno?
-Creo que no cabe duda de que Feijóo tiene que echar a Pedro Sánchez. Yo defiendo que tiene que gobernar el partido más votado y estoy convencida de que el Partido Popular lo será en las próximas elecciones generales.
Muy bien, Rosa.
Estoy muy de acuerdo contigo.
Espero que te vaya muy bien.
😘
Sin duda has sido una gran política, honesta, trabajadora, dedicada a mirar por el bien de esta ciudad, nunca te quedabas atrás a la hora de luchar por una Coruña libre de un Gobierno de la Marea q has conseguido y siempre tendrás el reconocimiento de todos los coruñeses… Fue un placer trabajar a tu lado, las campañas electorales, en las a tu siempre estabas en la calle con nosotros
No te echaremos de menos xq siempre estarás en el partido.. Sino hasta luego Rosa y gracias por todo lo que has logrado durante estos años.