La Comunidad de Madrid, según ha anunciado la presidenta Isabel Díaz Ayuso, aprobará el próximo año su primera Ley de Caza, un documento que establecerá las normas para ejercer la actividad cinegética en la región y que se completará con un decreto posterior que regulará la cetrería, declarada Bien de Interés Cultural por el Ejecutivo autonómico el pasado mes de mayo.
Ayuso, que recibió el premio San Francisco de Borja de manos del presidente del Real Gremio de Halconeros, Antonio de Castro, destacó que el objetivo de la nueva ley que protegerá la caza y el buen ejercicio de la misma es el de cuidar el medio ambiente y las tradiciones. “Nuestra obligación es proteger el patrimonio natural y cultural que hemos tenido la suerte de heredar, para a su vez transmitirlo en el mejor estado posible a las futuras generaciones”, manifestó la presidenta.
Tanto la declaración de la cetrería como Bien de Interés Cultural como su inclusión en la futura normativa tienen como finalidad regular y ayudar a preservar esta «actividad cinegética milenaria». El premio del Real Gremio de Halconeros supone un reconocimiento a Ayuso por su defensa de la caza y, en concreto, de la que se práctica con aves rapaces. El vicepresidente de la Asociación Española de Cetrería, Luis Mozo, también ha querido premiar ese compromiso y le hizo entrega de una caperuza (elemento que cubre la cabeza del ave) con más de 10.000 puntadas realizadas a mano.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, que no tuvo inconveniente en posar con un halcón engalanado para la ocasión, manifestó que la cetrería es un arte con gran una carga histórica, basada en el conocimiento de la naturaleza y el respeto a los animales y muy vinculado a la región.
Ayuso aprovechó su intervención para recordar algunas de las medidas adoptadas por la Comunidad de Madrid para cuidar el patrimonio natural y el medio ambiente, como protección de especies únicas, algunas en peligro de extinción, como las águilas imperial y real, el buitre común, el búho real, el buitre negro, la avutarda, el gato montés y el lince ibérico. También destacó la construcción del Arco Verde, 200 kilómetros de biodiversidad que conectan los parques regionales del suroeste con el Nacional de la Sierra de Guadarrama, introduciendo la flora y la fauna en decenas de pueblos y ciudades en los que se había perdido o en los que nunca la hubo.
También se refirió la presidenta a la ampliación del catálogo de humedales protegidos, que pasan de 23 a 40. “Hoy han vuelto a ser el hogar de cientos de especies de animales y de vegetación. Hablamos de humedales que están por toda la geografía madrileña, en la Sierra Norte, en Cenicientos, en el e oeste o en San Martín de la Vega, Algete, Arganda del Rey o Rivas Vaciamadrid.
Adiestramiento de aves rapaces
La cetrería consiste en adiestrar aves rapaces para apresar animales libres en su medio natural. Se enmarca dentro de las categorías de los bienes culturales inmateriales que se interrelacionan entre sí, como so los usos sociales, rituales y actos festivos, las tradiciones y expresiones orales y los conocimientos relacionados con la naturaleza, entre otros.
Ayuso recordó que esta modalidad de caza conserva valores ancestrales que se han transmitido a lo largo de generaciones, con un vocabulario propio y un ajuar específico que le han permitido ser incluida por la UNESCO en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Nació con un fin práctico, la obtención de alimento, pero con el tiempo, la cetrería se ha convertido en una actividad lúdica y educativa. Además, se utiliza en todos los aeropuertos del mundo para controlar y erradicar la presencia de aves en las pistas y evitar accidentes. También, en el sur de la Comunidad de Madrid, se emplea para el control de fauna silvestre ante casos de leismaniosis.
Es también, como recordó la propia Ayuso, una tradición muy vinculada a Madrid, que fue un enclave fundamental para el desarrollo de esta arte de caza. De hecho, en 1478, el rey Fernando el Católico, aficionado a la volatería, mando alojar el Gremio Halconeros Reales en lo que hoy es el distrito de Carabanchel en la capital.
El acto para celebrar la declaración de la cetrería como Bien de Interés Cultural reunió en el patio de la Real Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid, a más de 50 aves y contó con algunos elementos del ceremonial propio de esta actividad cinegética, como la presencia de los alabarderos ataviados con el traje del Escuadrón de Honores del Real Gremio de Halconeros original del siglo XVII, que han interpretado varias piezas medievales relacionadas con la cetrería.