Un cazador pagará con dos años de cárcel y con una multa de 114.158 euros por matar a un lince que se había acercado a la perdiz que usaba como reclamo. Los hechos ocurrieron en el año 2020 en la provincia de Badajoz y, además del autor material de los disparos, estuvo implicado otro hombre, que fue cómplice al ayudar al primero a enterrar el cadáver del felino.
El suceso tuvo como escenario una finca agrícola integrada en un coto de caza del municipio de Don Benito y, según las investigaciones que fundamentan los hechos probados que motivaron la sentencia, el condenado abrió fuego contra el lince cuando éste se acercó a la jaula donde estaba la perdiz. El animal, de una especia protegida, fue abatido a no más de 15 metros de donde se encontraba el cazador y murió de forma inmediata a causa de los disparos.
Lejos de asumir responsabilidades, el cazador que mató al lince, consciente de la ilegalidad de lo que acababa de hacer, llamó a un empleado de la finca para que ocultara el cuerpo del animal abatido. En concreto, según publica la revista Jara y sedal, el ahora condenado ordenó a su cómplice que se llevara el cadáver del felino fuera de los terrenos de la finca y éste así lo hizo, cubriendo además los restos mortales con material vegetal.
«Lejos de asumir responsabilidades, el cazador que mató al lince, consciente de la ilegalidad de lo que acababa de hacer, llamó a un empleado de la finca para que ocultara el cuerpo del animal abatido»
La sentencia, a la que ha tenido acceso la agencia Efe y que recogen diversos medios de comunicación, señala que el cazador «era consciente de la presencia en los terrenos de su propiedad de la especie del lince y de que la misma está catalogada en peligro de extinción, así como de que se han ejecutado inversiones y actuaciones por parte de la Junta de Extremadura, con fondos propios y de la Unión Europea, en sus terrenos y en la zona, con el objetivo de la recuperación de esta especie».
La condena
El Juzgado de lo Penal número 1 de Don Benito ha condenado al cazador y propietario de la finca por un delito contra la fauna, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, a la pena de dos años de prisión e inhabilitación especial para el derecho a cazar durante cuatro años. A su empleado, como autor penalmente responsable de un delito de encubrimiento, lo ha castigado con la pena de un año y seis meses de cárcel.
El fallo impone las costas causadas en el procedimiento, a ambos condenados, por la mitad. La sentencia no es firme y se puede recurrir en apelación ante la Audiencia Provincial de Badajoz.