Llevar mascarilla en la calle dejará de ser obligatorio la próxima semana. Así lo ha anunciado el Gobierno que, en base a la mejora de los datos epidemiológicos y a un clamor popular contra esa medida que para muchos no contribuía en absoluto a minimizar los contagios, ha decidido que tapar la cara en los espacios abiertos pase a ser, al menos por el momento, algo opcional.
Lo más probable es que la decisión se ratifique mediante Real Decreto en el Consejo de Ministros del próximo martes y que, ya el miércoles, se publique en Boletín Oficial del Estado. La entrada en vigor, según las previsiones del Gobierno, será el jueves 10 de febrero.
El Gobierno había retomado la la obligatoriedad del uso de la mascarilla en exteriores el pasado 1 de febrero. La restricción imponía que sólo podía prescindirse de ella para la práctica del deporte o en espacios naturales.