El Athletic Club de Bilbao vuelve a desatar la polémica por cuestiones políticas y es que el club vasco homenajeará, en los prolegómenos de su partido ante el Espanyol, al alpinista Martin Zabaleta y al sherpa Pasang Temba, los primeros seres humanos que enarbolaron la ikurriña en la cima del Everest y que usaron para ello, y de ahí el conflicto, una bandera que tenía incorporado el símbolo y las siglas de la banda terrorista ETA.
Una vez más, el club bilbaíno divide a sus aficionados. En este caso, la discrepancia está entre los seguidores del Athletic que celebran que se rindan honores a ETA y a sus simpatizantes como celebraban en tiempos pasados los atentados de esa banda de asesinos, que no son pocos, y los que sienten vergüenza y horror al ver como el equipo de sus amores coquetea con el terrorismo, aunque sea de forma indirecta.
De no ser por ese detalle filoetarra, que no es menor precisamente, el alpinista Martin Zabaleta y el sherpa merecerían un homenaje y eso nadie lo discute. Pero la gesta deportiva que protagonizaron en 1980 quedó para siempre empañada por el hecho de que en su aventura los acompañara una bandera con el símbolo de ETA, máxime cuando ambos se retrataron con la mencionada enseña al alcanzar su logro.
El homenaje de la discordia coincide con la celebración de la gala del centenario de la Federación Vasco-Navarra de Alpinismo, un deporte que tiene un gran arraigo en el País Vasco y en los demás territorios de la ensoñación de patria a la que los independentistas vascos, y también el Athletic Club en sus comunicados oficiales, llaman Euskal Herria.
Martin Zabaleta y Passang Temba pisarán el césped de San Manés justo antes de que arranque el partido entre el Athletic y el Espanyol, a las 14.00 horas de mañana (sábado 18 de octubre). Ambos realizarán el saque de honor acompañados por el exfutbolista del club Jose Angel Iribar y por el alpinista Alex Txikon.
Soy seguidor del Athletic, pero este tipo de.actos (homenajes a gentes que han apoyado a ETA), me averguenzan.
El Athletic y los vascos auténticos, no debemos de mezclar política y fútbol, y menos, premiar a los verdugos.